Huir es resistir

Siguiendo con el tema de los valientes. Sabemos que no todos seremos como Carlos Spurgeon o Jorge Muller en la vina del Senor, pero hay experiencias que son comunes a todos los siervos del Senor, son las tentaciones.

1 Cronicas 11:13 y 14 nos cuenta de como los israelitas fueron atacados por los filisteos y huyeron hasta una parcela de tierra, sembrada de cebada. Una vez alli se enfrentaron a los filsiteos y ganaron una gran victoria. Que lecciones hay para nosotros?

• A veces para mostrar nuestra valentia es necesario huir. Pablo aconseja a Timoteo a huir las concupiscencias juveniles. Precisa valentia, el coraje de decision, caracter moral, huir cuando la tentacion aparece. La tentacion de ser como los demas, de compartir en el chiste verde o el chisme o la murmuracion, de estar donde uno no debe estar, de mirar el programa de television que no conviene. No es ser valiente juguetear con la tentacion, el fuerte no tiene miedo de huir.
• Posiblemente el terreno escogido tuviese alguna ventaja defensiva. La armadura del creyente es mayormente defensiva. Satanas nos intenta herirnos con sus dardas ardientes, y quizas escondidos entre la cebada el enemigo no pudo tirar sus dardos y flechas con tanta eficacia. Si nos juntamos con el pueblo de Dios, y hacemos cosas juntas (basta que sean actividades centradas en la palabra de Dios) nos ofrece proteccion de los dardos del enemigo. Otra manera de protegernos, pespecialmente cuando nos encontramos solos, es meditar en un versiculo de la Biblia, quizas algo que hemos leido por la manana.
• La tercera cosa que hiceron fue enfrentar el enemigo en el terreno apropiado. Es necesario resistir al diablo. La resistencia resulta en un diablo vencido, huyendo con la cola entre las patas (si tuviera cola, que personalmente dudo). Dios nos da mucha armadura defensiva y una sola de ataque, la espada del Espiritu, la Palabra de Dios. Jesus, tentado en el desierto, empleo con gran eficacia esta arma. Me ocurre que no es nuestro lugar tirar dardos de fuego al diablo, no gritarle ni atarle ni ninguna cosa parecida, sino enfrentarle solamente con la palabra de Dios. En mi experiencia es donde mas fallo, me olvido de emplear la espada con eficacia.

Parece contradictorio, huir y resistir, pero huir es una forma de resistir, y resistir demuestra que no queremos tener ni arte ni parte con la maldad que Satanas nos propone.

No es necesario ser un encumbrado ni nombrado para poder luchar con exito contra la tentacion. Que el Senor nos ayuda huir y resistir en el poder del Espiritu.